miércoles, 23 de abril de 2008


Una vez escribi sobre un paradero

estaba en la esquina donde yo nunca iba

una esquina que por si sola da mala apariencia

pero me daba pena esa paradero

no el paradero, la gente que lo habitaba

las personas que por ahi transitaban diariamente

y ver como se llenaba de abuelitos y perros compañeros

en ese poema contaba la historia de este paradero

relataba que era un paradero situado en la esquina

con dos vigas verticales y un techo sobremontado

y le contaba, además, que no era un paradero como todos

era el paradero donde se juntaban los perros y los viejos

y que un día de esos el paradero sucumbió, cayó

el perro alcanzó a huir, arrancó con las pocas fuerzas

el viejo lo dudo. Tirado, enterrado, sepultado, derrumbado

en esa que fue su casa, por días lluviosos, días calurosos

por noches frías, por noches calurosas, noches tibias

como lo es ahora, veo el paradero abajo, abajo el viejo

Era triste la historia, casi veridica, casi falsa, casi real

pero una cosa es verdad: el paradero y esa descripcion

los viejos y los perros tambien, aunque ya no se juntan tanto

algunos por designios de la muerte, otros por sus familiares

los perros se buscaron otro hogar, se alejaron ya

la verdad, el paradero no cayó, pero sirve para decir cosas

cosas como por ejemplo: el viejo y el perro

ellos están ahí, tú tambien, yo inclusive

pero nadie los ve, yo no me veo, tu no te ves

resiste, la ceguera es momentanea, pronto pasará


La ceguera es momentanea, pronto pasará.



1 comentario:

Anónimo dijo...

los paraderos son iconos de nuestra ideocincracia por eso hay historias como esta