Por fin llegó el 26 de Octubre del año 2008, siempre los años electorales tienen un que se yo, nosé, debe ser por ese mismo gusto que poco a poco me he ido haciendo fánatico de votar ¿que importan las colas? ¿que importa ser vocal de mesa? ¿que importa ser presidente de la mesa? Eso no importa, importa es votar por nuestros próximos gobernantes, por quienes queremos dirijan los hilos de nuestras cabezas, por quiénes son los mejores titireteros. Eso importa.
Durante todo el día 26 de Octubre, el domingo, anduve con la sensación de participar en una canción más de Francisco Villa, esa donde nos dice: "yo no quiero entregarme sin dar, dura batalla..." y en distintos momentos del día la escuché, orgulloso con el pecho hinchado por el sector de la población que represento, dignamente y con mucho orgullo, como queriendoles decir a toda esa gente amante del Ketchup y la Mostaza del burger king, miren las cosas son así y ustedes estan dormidos, no saben nada de la vida y son ovejas que solo caminan para ese lado porque ese es el lado para donde las lleva el lobo, el perro que es lo mismo, y me essimismaba en mis adentros, como queriendo escribir todo esto, pero ese día no había tiempo, todo el mundo corría un poco y tenía una cara de felicidad maligna, como esas caras de niños que quieren reirse de alguna maldad que han hecho, como si todos los chilenos hayan anulado el voto (metáforicamente es lo mismo que votar por la Alianza y la Concertación y, ahora, el partido Comunista) y ahí estaba yo escuchando a Francisco Villa cuando este me decía, a traves de mi mp3, "... y en tanto me anime un soplo de aire, en tanto me quede amor que entregar y cuanto me quede una gota de sangre, yo defenderé: mi derecho a soñar..." y en eso iba en el vagón sanitario del metro de santiago, pensando en lo lindo de los días de elecciones y lo lindo de los días primaverales, y en lo lindo de los días cuando voy a ir a ver a mi novia.
Muchas cosas hechas y una sensación de tarea cumplida, mucha tarea cumplida por estos tiempos que se avecinan raudos y nos pillan a todos medios de improviso, sorprendidos y actuando con las pocas herramientas que tenemos. Felicidad, felicidad por haber llegado al 26 de Octubre, por ver a los amigos del partido, por haber ido a verlos a un hotel cercano a la vieja casa de reuniones semanales, desarrollo personal, interactuar con los demás, mejorar nuestro crecimiento personal para mejorar nuestro crecimiento social, que lindo suena todo eso y que tan importante es hacerlo, dedicar la vida a ese hecho.
Nada, desde acá, mi rincón poético les dedico estas palabras y mis más sinceros agradecimientos a todos los que me apoyaron en esta carrera loca por la concejalía que algunos queremos para nuestras comunas, pero siempre que existan esas 11 personas que votaron por mí es merito suficiente para seguir el camino que me propuse hace ya mucho.
Para todos, mucha Paz, fuerza y alegría.
Rakso.
Durante todo el día 26 de Octubre, el domingo, anduve con la sensación de participar en una canción más de Francisco Villa, esa donde nos dice: "yo no quiero entregarme sin dar, dura batalla..." y en distintos momentos del día la escuché, orgulloso con el pecho hinchado por el sector de la población que represento, dignamente y con mucho orgullo, como queriendoles decir a toda esa gente amante del Ketchup y la Mostaza del burger king, miren las cosas son así y ustedes estan dormidos, no saben nada de la vida y son ovejas que solo caminan para ese lado porque ese es el lado para donde las lleva el lobo, el perro que es lo mismo, y me essimismaba en mis adentros, como queriendo escribir todo esto, pero ese día no había tiempo, todo el mundo corría un poco y tenía una cara de felicidad maligna, como esas caras de niños que quieren reirse de alguna maldad que han hecho, como si todos los chilenos hayan anulado el voto (metáforicamente es lo mismo que votar por la Alianza y la Concertación y, ahora, el partido Comunista) y ahí estaba yo escuchando a Francisco Villa cuando este me decía, a traves de mi mp3, "... y en tanto me anime un soplo de aire, en tanto me quede amor que entregar y cuanto me quede una gota de sangre, yo defenderé: mi derecho a soñar..." y en eso iba en el vagón sanitario del metro de santiago, pensando en lo lindo de los días de elecciones y lo lindo de los días primaverales, y en lo lindo de los días cuando voy a ir a ver a mi novia.
Muchas cosas hechas y una sensación de tarea cumplida, mucha tarea cumplida por estos tiempos que se avecinan raudos y nos pillan a todos medios de improviso, sorprendidos y actuando con las pocas herramientas que tenemos. Felicidad, felicidad por haber llegado al 26 de Octubre, por ver a los amigos del partido, por haber ido a verlos a un hotel cercano a la vieja casa de reuniones semanales, desarrollo personal, interactuar con los demás, mejorar nuestro crecimiento personal para mejorar nuestro crecimiento social, que lindo suena todo eso y que tan importante es hacerlo, dedicar la vida a ese hecho.
Nada, desde acá, mi rincón poético les dedico estas palabras y mis más sinceros agradecimientos a todos los que me apoyaron en esta carrera loca por la concejalía que algunos queremos para nuestras comunas, pero siempre que existan esas 11 personas que votaron por mí es merito suficiente para seguir el camino que me propuse hace ya mucho.
Para todos, mucha Paz, fuerza y alegría.
Rakso.
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