viernes, 1 de mayo de 2009

Soy Apolitico (Parte II y final)

Revisemos un poco el como se vota para presidente en este largo y angosto país desde el momento en que se retorna a la democracia, hagamos este ejercicio que realmente valdrá la pena.

Tenemos el pebliscito de 1988, la épica campaña del NO donde se acordonó una gran fuerza progresista que prometía libertad, después vino la elección en 1989 candidato un tal Patricio Ailwyn que era (mitad chileno-argentino), okay, no hay problema con ello, era eso o legitimizar la dictadura que se venía dando, mucha gente se inscribió para derrocar al dictador.

Luego viene Eduardo Frei Junior, hijo de un presidente asesinado el cual fue fundador de la Democracia Cristiana ¿Qué pasó? Vimos el primer fraccionamiento en ese conglomerado progresista, me refiero a la Concertación, donde un partido político dice “esto no va para donde dijo que iba, nos salimos y si ellos quieren retomar el rumbo que unan a nosotros” con esto me refiero al Partido Humanista.

Luego, como la ciudadanía ha visto que sus demandas no han sido puestas en la palestra del debate público, la ciudadanía castigó en cierto modo a la DC y le otorgó el pase al Partido Socialista, eligiendo a Ricardo Lagos en desmedro de Andrés Zaldivar.

Posteriormente se hace un nuevo quiebre, se ve que el socialismo renovado (como se autodenominaron los socialistas posteriores a Allende) no cumplieron con las nunca escuchadas demandas de la polis. Se elige a la primera presidenta en la historia de la democracia de Latinoamérica, también socialista, pero con carácter femenino por obviedad, Verónica Michelle Bachelet Jeria, resulta ser una persona por la cual se ha votado por carisma, su contendor: Sebastián Piñera, un adinerado y multiricachón empresario que ha gestado su fortuna de maneras para muchos cuestionables.

Hay una constante, se puede ver gráficamente esa constante en todas las elecciones presidenciales desde la vuelta de la democracia, la de recuperar y poner las esperanzas de la ciudadanía en manos, la de poner las ideas al mando de la gente mayormente capacitada.

Con respecto a esto, quiero hacer un quiebr5e con esta retrospectiva que venimos haciendo, para acercar mejor el término de apolítico, entender desde donde se funda el concepto y como se funda, tanto local como global, hablemos de la glocalidad del término de apolítico.

En Chile antes de la democracia teníamos un sistema donde se suprime la actividad política, por ende hay toda una generación (que ahora siguen sus hijos) que no tienen una habitualidad de hacer política. Eso por un lado, por otro lado teníamos a un aparato estatal que vilipendiaba a la clase política creando toda una ideología del terror que hasta ahora se mantiene en un rechazo y desconfianza en la clase política, lo que nos devuelve al problema de la poca participación de jóvenes en política, a un padrón electoral disminuido con el tiempo y, por sobre todo envejecido, además a esto le sumamos que clase política se conforma asimismo en castas hasta familiares donde a la persona que se interesa en política se le da cargos menores que no intercedan en la cuota de poder que rige a estos partidos políticos. Resultado: tenemos un sistema político que se ve cada vez más lejano de la gente, y tenemos a gente que no se representa con el sistema político.

Eso en el plano local. En el aspecto local, tenemos un siglo XX después de dos guerras mundiales que nos deja como resultado una tercera guerra mundial que se denominó Guerra Fría, en esta guerra fría habían dos ideologías, una tesis y una antitesis, que competían entre sí para demostrar que sistema era más “correcto” que el otro, en todo aspecto. Devino la caída del muro de Berlín y con ello la disolución de la URSS, la caída de los grandes socialismos, dejando como única postura la postura de EE.UU. con su neoliberalismo como forma de organizarse, se pierde la falta de referencia de un sector y eso, sin lugar a dudas, contagia al resto, eso ha ido manchando todo a su paso y no ha llevado a un desencantamiento, una suerte de perdida de las esperanzas, que ¡OH, magia! Es el mismo resultado en que nos encontramos en Chile, pero visto de manera más global.

Con estos dos antecedentes nuevos, las personas apolíticas son las personas que a las cuales el sistema político no representa. Si bien, una forma de demostrar este descontento contra el sistema político es no votando en las elecciones, estando no inscritos en los registros electorales. Esa forma no te lleva a nada, ya que de igual forma siguen gobernando los mismos políticos que tanto te tienen esa condición de alejamiento, el asunto es torcerles la mano a esos políticos de una buena vez, inscribirse y votar, aunque sea votar nulo, pero votar y demostrar con tu voto tu descontento, ya que con tu voto se eligen presidentes, y todo lo que sigue de ahí en adelante, tu voto es el encargado de legislar un país, tu voto es el que está puesto firme para que hayan o no represas en Aysén, tu voto liberará o seguirá condenando a los pueblos originarios de Chile, tu voto define que política se hará en los próximos cuatro años en Chile.

¿Qué dices? ¿Estás dentro o fuera del juego? Tu voto lo decide todo.

Rakso González

Presidente Partido Humanista

San Bernardo

Celular: 08 – 5367054 – Mail: razo.gonzalez@gmail.com

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola
Buen artículo

la mayoría no somos apoliticos, sino que estamos chatos de lo politicos actuales

Saludos

Miguel H

Unknown dijo...

wena Rakso,

comparto plenamente la afirmación de que todo acto humano es político; esto, dada nuestra definición de ser humano, dada nuestra valoración por la intencionalidad de las personas. "Pensé que de política no iba a hablar, pero, ahora que recuerdo, política hacemos tod@s al caminar", dice Raly Barrionuevo en una hermosa canción llamada "Ey paisano!", haciendo alusión a lo mismo.
Ahora, no veo de forma tan directa que el no estar inscrito, es decir, no participar de la actividad electoral (¿política?) formal, implique necesariamente ser apolítico. Hay personas que no se inscriben en para votar porque sencillamente no creen en este sistema como un todo, no creen en el estado si quiera, cómo se van a inscribir, pero naturalmente que hay aquí una larga reflexión al respecto por parte de aquellas personas (al menos de las que yo conozco).
Para redondear, yo cambiaría el mensaje de "inscríbete", a "participa!!", creo que es más general, más amplio.

Eso, buen aporte Rakso...como siempre!! jeje

Un abrazo grande, chauu