miércoles, 21 de julio de 2010

Ya no estoy para revoluciones tontas.

Ya no estoy para revoluciones infructuosas
solo quiero que mi cuerpo lleve una sola,
la más bella de todas las revoluciones...
educar a mi hijo solo como yo pueda,
con pensamiento crítico, incendioso
que se aventure poco a poco en el estudio,
que tenga pasión por la escritura,
que sea mejor persona (que yo)

Ya no estoy, si es que buscan,
ya no estoy, si tocan a mi puerta
esos testigos de tanta marcha
que ahora se presentan de naranja
si se presentan, ya no estoy
ya no estoy, para revoluciones bobas
la única revolución la lleva (y llevo)
papipatando en su (mi) pecho,
en esos laaargos nueve meses, muy dentro.

Ya no estoy, es cierto, pero si estuve
en algún tiempo, en algún momento
me dejo para mí los recuerdos y amigos
aunque a veces los bote como colillas,
como esa última colilla que boté hoy
muchos cambios por un solo ser
y ya no estoy, si dicen aló, no saldré
no mencionaré nunca más la palabra
y me haré un monje burgués...

Ya no estoy para cuentos trasandinos,
ni para tragarmelos, ni para contarlos
ya no estoy para relatos de ultratumba
que te gritan como estúpido "vota aquí"
camino cerrado, lo leo, y yo quiero seguir
abrir puertas, eslabones atados.

Ya no estoy para reuniones aburridas
de un grupo de gentes que se dicen amigos
y que al momento de prueba, valga dios
"se hacen pis encima como chicos"
ya no estoy para los metarrelatos
si el problema no esta en lo micro-personal
sino que en la macropolítica

Ya no estoy, les aviso, a los amigos
me cansé de las mismas niñerías...
si tocan, algún día, a mi puerta
-madura, amigo, amigo mío, madura-
ya no estoy, no me encuentro, no concibo
ninguna forma, ni menos eso, clase de política
solo concebiré un tipo, la que inculcaré
(por otros medios) a mi hijo
cuando me toque, hablar de ello un día.

Ya no estoy, no atiendo a huevones...
a mis mentores: Silvio, Victor y Francisco Villa
-madura, amigo, amigo mío, madura-
que se los digo, ya no estoy para revoluciones
no estoy para revoluciones mamonas
ni haré el ridiculo como infante por un color
solo diré, aunque duele, ya no estoy...

Ya no estoy, les digo y no crean
que me cambio de bando para atacar
es simplemente un nuevo enfoque
de verdad, de micropoliítica interna familiar
donde educaré a mi hijo con lo mejor
de mi propia ideología, que es lo que he creído
y nadie me ha inculcado en estos años de vida
porque me despido, adios amigos
y acto seguido, les doy la bienvenida
pero que quede claro, ya no estoy para revoluciones.

A otros dejo en el partido, que ellos creen en fantasias
yo me bajo, cruzo el andén y los miro
desde mi rincón favorito, el rincón de mi familia
y se los digo, por última vez, por si acaso:
YA NO ESTOY PARA REVOLUCIONES TONTAS.
RAKSO - 2010

No hay comentarios: